Entrevista a Myriam M. Lejardi, autora de «Del amor y otras pandemias»
Elena López Guijarro
noviembre 20, 2020
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Este mes nos acompaña Myriam M. Lejardi, autora de Olor a menta y Del amor y otras pandemias. Además de relatos en diferentes antologías. Pero para conocerla un poquito mejor os dejo a continuación su biografía, la cual podéis encontrar en la web de RBA:
MYRIAM M. LEJARDI (1987) nació en Madrid, pero vive en un pueblecito cercano a la capital cuyo nombre no quiere mencionar porque tiene una rima muy fea. Se licenció en Periodismo, aunque no lo ha ejercido nunca. Lo que sí que ha hecho es dedicar muchos años al fanfiction, género con el que dio sus primeros pasos como escritora. En 2019, decidió pasarse a las historias originales y, hasta la fecha, ha publicado varios relatos de fantasía juvenil en diferentes antologías, una novela corta distópica (Pretérito pluscuamperfecto) y un romance paranormal (Olor a menta). Actualmente, está trabajando en tres comedias románticas new adult, que saldrán publicadas entre 2021 y 2022.
Myriam está hoy con nosotros porque me encanta como escribe y la personalidad que tiene. Hasta el momento solo he leído Olor a menta, pero tengo muchísimas ganas de hincarle el diente a Del amor y otras pandemias, lo cual espero que pase pronto.
A continuación, os dejo con la entrevista:
· ¡Hola Myriam! En primer lugar, muchísimas gracias por estar hoy con todos nosotros. Quiero aprovechar la oportunidad para darte la enhorabuena por tu última publicación, Del amor y otras pandemias, y así aprovechar para preguntarte… ¿cómo nació esta historia?
¡Gracias a ti por hacerme un hueco!
Del amor y otras pandemias nació, por un lado, de un encargo. Cuando la editorial contactó conmigo, me explicó que querían una historia de amor que tuviera de fondo la cuarentena, pero con un tono distendido y mucho sabor a fic. Y, claro, con esto último casi me da un patatús, ¡al fin podía sacar todos los tropos que había estado usando a lo largo de diez años! Por lo demás, me dieron total libertad, así que escogí una dinámica entre personajes que había usado mil veces previamente (porque me encanta): dos personas que se llevan a matar y que, encima, son idiotas.
· Por lo que hemos podido ver hasta el momento la edición es preciosa, ¿cómo fue el proceso? ¿Qué sentiste al ver a tus personajes sobre el papel? Aprovecho para recordar que las ilustraciones y cubierta son de Yolanda Paños Romero.
Recuerdo que durante el proceso de escritura fueron enseñándome algunas cositas y juro que cada vez que veía una de ellas en un mail, gritaba. El colofón fue cuando, en una reunión por Zoom, me enseñaron la portada y todas las ilustraciones interiores… Qué vergüenza: me pegué muchísimo a la pantalla (no llevaba las gafas y veo entre regulinchi y de puta pena), empecé a chillar y lloré un poquito.
Luego llegó el momento de corregir galeradas. Ya había visto mil cosas, pero dio lo mismo: venga a chillar yo sola. Y cuando tuve el libro en las manos… en fin, menos mal que no me grabé en ese momento.
· ¿Qué nos vamos a encontrar en Del amor y otras pandemias?
Dos personas que no se soportan, humor y romance. Es una novela sencilla que parte de una premisa muy básica, cuyo objetivo principal es que la gente que la lea pase un rato agradable y termine con un buen sabor de boca.
Es la historia de David, un chico de veinte años extremadamente egocéntrico y maniático, que durante el confinamiento tiene que acoger en su casa a Lara, un año menor, a la que conoció en el instituto y con la que se lleva a matar.
También hay un gato, Toño, que parece un cojón calvo. Esto es muy importante.
· Este verano tuve el inmenso placer de leer tu novelette Olor a menta y me enamoraste. Me pareció una historia preciosa y muy bien escrita, ¿cómo nació la historia de Alexis y Valeria?
Si te lo cuento seguro que me pierdes todo el respeto, pero ahí va: quería escribir la historia de dos personas que quieren tocarse (sí, esto es un eufemismo) y no pueden. Fue la primera escena que me vino a la cabeza y no tenía ni idea del motivo por el cual podría pasar esto hasta que me dije: «¡coño, fantasmas!». Así que maté a uno de los protagonistas en la primera página.
Sí, soy simple como una patata.
· Tengo una curiosidad con respecto a las novelettes, cuándo empiezas a escribir, ¿sabes qué va a terminar siendo novelette o cuando terminas y ves el número de palabras entra dentro de esa categoría?
Hasta la fecha no he escrito nada en lo que no haya tenido un límite de palabras. Cuando hice Olor a menta no es que supiera por la trama que sería una novelette, es que necesitaba que lo fuera para que entrara en la convocatoria. Con la extensión de Del amor y otras pandemias pasó tres cuartas partes de lo mismo.
Y, aunque haya sido casualidad, las editoriales hacen bien al ponerme topes, que yo soy de las que se enrollan y acaban sacándote de una chorrada de premisa mil páginas por la cara. Y a ver cómo vendes eso luego.
Si me pongo a escribir sin pretensión de mandar la historia a ningún sitio, y pese a que planifico todo mucho, no tengo ni la menor idea de lo que ocupará hasta que lo termino. Porque igual puedo ventilarme una escena de acción en mil palabras como necesitar diez mil para explicar lo que siente un personaje cuando se da un golpe en el dedo gordo del pie.
· Pregunta obligada: ¿mapa o brújula?
Mapa. Muy mapa. Antes de empezar cualquier cosa, me hago fichas de personaje, de localizaciones y una escaleta detalladísima (la de Del amor y otras pandemias ocupó diez mil palabras) en la que incluyo mil detalles que no quiero que se me olviden. Porque planifico precisamente por eso, por la mala memoria que tengo. Cuando no lo hago, puedo cambiar nombres, contarte lo mismo treinta veces (o no contarlo), dejarme tramas sin hilar… Soy un desastre.
· Gracias a que te sigo por redes sociales he podido ver que tienes un lado artístico muy potente, ¿sueles dibujar a menudo? ¿Te animarás a colaborar de manera más seguida con autores/editoriales para dar vida a sus personajes?
La verdad es que no, dibujo muy poco. Antes, cuando no estaba tan centrada en escribir, lo hacía más, pero al final tuve que priorizar porque son dos cosas que me llevan muchísimo tiempo (y escribir me gusta mucho más).
La idea de colaborar con autores o editoriales me parecería preciosa y, a la vez, me asustaría. Porque todo el mundo tiene una idea muy clara de cómo son sus personajes y cuando se traslada al papel siempre se pierde algo. Además, no tengo ni idea de dar color y tampoco sé nada de composición, así que como portadista sería espantosa.
· Una de las cosas que más admiro de vosotras es como sacáis tiempo para poder plasmar vuestras historias en papel. ¿Cómo suele ser tu día a día escritoril? ¿Tienes alguna tradición o manía?
Ahora sacar tiempo no es complicado porque no trabajo, así que tengo todo el día para procrastinar y disgustarme ya que en realidad debería de estar escribiendo.
Ya en serio, escribo muy pero que muy despacio porque reviso cien veces cada frase y vuelvo atrás un trillón de veces, así que no me vale con plantarme delante del ordenador un par de horitas: tengo que hacer jornadas de oficina. Estar mis ocho horas, a veces incluso más, para sacar algo decente.
Ahora que vuelvo a escribir (siempre me tomo unas vacaciones cuando acabo una novela), el día suele consistir en: media hora con el café en la mano, mirando al infinito, una hora contestando mensajes en redes sociales y cotilleando, escribir hasta la comida, dormir (la siesta es importante), otro café, escribir hasta que me duela la cabeza o quiera tirar el ordenador por la ventana, leer y dormir de nuevo.
Manías más allá de lo mapa que soy creo que no tengo. Bueno, quizá cuente que necesito estar sola. No soy capaz de escribir si hay personas en la misma habitación que yo, da igual que estén a sus cosas (me distraen). También, quizá, lo de hacerme una lista de reproducción para cada proyecto y ponerme las canciones en bucle mientras estoy trabajando.
· ¡También te has embarcado en la aventura de YouTube! Sigo tu canal desde el primer día y, aparte de reírme muchísimo, me encanta el contenido que subes, ¿tienes pensado continuar con él? Supongo que es complicado si tienes que compaginarlo con fechas de entrega y demás.
¡Oh, muchísimas gracias!
Me gustaría subir más vídeos, sí, pero ahora mismo tengo muy poco tiempo. Es algo que me divierte y que nunca quise ver como una obligación, así que seguramente, cuando me dé por ahí, vuelva a grabarme.
· Para cerrar esta entrevista, ¡me gustaría saber en qué andas ahora! Qué te traen entre manos y que podremos leer de ti próximamente.
Ahora mismo estoy corrigiendo otra comedia romántica new adult y, a la vez, escribiendo una de fantasía urbana mucho más oscura. Tengo muchísimas ganas de que se me lea también en ese registro que, en realidad, es el que más disfruto escribiendo.
Me gustaría cerrar esta entrevista dando las gracias a Myriam por dedicarnos un cachito de su tiempo, ¡te deseo lo mejor del mundo! Y te seguiré muy de cerca.