Erik no hacía más que dar vueltas y vueltas a la habitación, únicamente se paraba para mirar ansioso el reloj de su muñeca, contando los minutos que tardaba su padre en llegar. Necesitaba hablar con él. La conversación con Eva le dejó mal, ansioso, nervioso, desquiciado. Ella tenía explicaciones, ¿por qué él no? Él tenía derecho. Es el primogénito. Volvió a mirar el reloj, en ese momento la puerta se abrió. Jack, por fin se había dignado a aparecer.
- Jack, por fin.- dijo con pesadez.
- ¿Algún día llegarás a llamarme papa, como cuando eras pequeño?- dijo Jack con una media sonrisa mientras cerraba la puerta.
- Jack, no estoy para bromas.- Erik no podía parar quieto.
- Uh, ¿qué te pasa Erik?- Jack se sentó en la cama y cruzo las manos- ¿algún problema de índole femenino?- le guiñó un ojo.
- No.- dijo cortante Erik. Esto hizo que Jack se diera cuenta de que la cosa no era de broma, asique se puso serio.
- Esta bien, veo que esto es serio. Cuentame.
- Jack. Eva tiene respuestas, yo tambien las quiero.- Jack enarcó una ceja- ¿qué soy? ¿por qué siento un fuego que me arde por dentro? Algo dentro de mi desea salir y no sabe como.- Jack se quedo con la boca abierta, esa sensación le era muy familiar.
- Erik. Es muy posible que no creas lo que te voy a decir…
- Seguro que si.
- Vale… pues verás, tanto Christian, como Victoria como yo, no somos “normales”, quiero decir, que somos como todos pero a la vez no. Tu y yo compartimos algo, un alma. Erik. Tu y yo llevamos un dragón dentro.
Erik se quedó boquiabierto. Esperaba algo subrrealista pero no tanto, la verdad. En sí la idea era genial, soy un dragón, pero…
- Pero ¿dónde tengo las alas? ¿las zarpas? ¿puedo escupir fuego?- Erik se emocionaba por momentos.
- Tranquilo, no todo es tan fácil. La cuestión es que, hay mas historia. Veras, durante un tiempo yo me podia transformar en dragón- Erik se quedó paralizado- y podía volar, y echar fuego, es más, aún puedo hacerlo, lo se, porque siento dentro de mí lo que tú sientes. Pero claro, aquí viene el problema, se necesitan ciertos factores para llevar a cabo esta transformación, y aquí, en la Tierra es dificil, por no decir imposible hacerlo.
- ¿En la Tierra?
- Así es. Hay, otro mundo, llamado Idhún donde si puedes ser como de verdad eres en tu interior. Nosotros tres hemos estado allí y cada uno adopta su forma sin problemas…
- Espera, ¡me estas diciendo que ellos tambien cambian!
- Si, pero eso deberám contártelo ellos.
- Y, ¿no podemos ir a Idhún?
- Es dificil. No se si es posible volver allí…- añadió Jack triste.
- Creo que… -decidió pararse antes de seguir- creo que tengo que pensar.
- Lo entiendo hijo. Si me necesitas ya sabes donde estoy.
Cuando Jack salió de la habitación, Erik se estiró en la cama y empezó a darle vueltas a todo. Y a pensar en Eva. Tenía que hablar con ella, es la única persona que podía entenderle en estos momentos. ¿Desde cuando lo sabe ella? ¿Cuánto tiempo lo lleva sufriendo sola?. Ahora entendia que fuera tan reservada. Mañana mismo hablaría con ella, aún tenía muchas preguntas que no se había atrevido a formular a su padre, como ese odio y asco que sentía a veces por Eva. Pero eso sería mañana… ahora tenía mucho sueño y la cabeza llena de cosas.
jueves, 9 de abril de 2009
# Memorias de Idhún: Hija del Exilio
3. No entiendo lo que soy
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Como siempre, muy chulo el capítulo, preciosa, me ha encantado. Ya verás como te queda un fic impresionante (de hehco ya lo es).
ResponderEliminarSigue así.
Te quiero:
Sele
Espero que no le pregunte Erik a Eva -Oye, ¿por que me das tanto asco y odio en ocasiones?
ResponderEliminarJajajajajaja, ella lo entendería vaya, porque es como Kirtash y a éste se le resbalaría, pero quedaría muy directo jajajaja.
Nada, que me ha gustado mucho el capi ^^.
Te quiero mucho.
Namarie.