Este mes os traigo a una invitada muy especial, se trata de Sara Cruces Salguero, autora de una amplia bibliografía y que el pasado 2019 no solo participó en la antología «Una última luna» de Hela Ediciones, sino que además publicó la novela «El último lirio del invierno» con Ediciones Freya. Hoy está aquí con nosotros para charlar de todo esto y de muchas más cosas, pero antes, os dejo con su biografía para que la conozcáis un poquito mejor.
Sara Cruces Salguero (1999, Gipuzkoa) estudia Ingeniería Biomédica, le apasionan las matemáticas, la física, la biología y la escritura. A día de hoy, cuenta con un total de trece novelas escritas.
En noviembre de 2013, con catorce años, publicó su primera novela: «El Reflejo de la Magia: Descubrimiento». En febrero de 2016 su octava novela, «Sobre fondo azul», fue galardonada con el Premio Jordi Sierra i Fabra para menores de 18 años y descrita por el jurado como «una historia de gran profundidad psicológica».
En 2019 publicó el relato «El devorador de sueños» dentro de la antología «Una última luna» (Hela Ediciones) y «El último lirio del invierno», una historia adolescente sobre derrota y superación.
Es impresionante leer la biografía de Sara, ¿verdad? Pues vamos a comenzar nuestra charla con ella hablando precisamente de esto:
· ¡Hola Sara! En primer lugar, muchísimas gracias por concederme esta entrevista, estoy encantada de que los lectores puedan conocerte mejor gracias a estas preguntas. Primero quería preguntarte, después de haber publicado tanto, ¿qué te han aportado estas editoriales independientes que no te hayan ofrecido con las que ya has trabajado?
¡Hola! Y gracias a ti por pensar en mí para esto, es todo un placer. Bueno, diría que la mayor diferencia es la implicación que tienen con los autores. He trabajado muy a gusto tanto con Hela como con Freya y en parte se debe a que ambas editoriales se han esforzado por mantenerme siempre informada de todo y han tenido en cuenta mis opiniones. Me parece que todo el proceso de publicación, en ambos casos, ha sido algo muy personal y que se ha tratado con mucho mimo, así que estoy encantada por esa parte.
· «El devorador de sueños» en la antología «Una última luna» de Hela Ediciones y «El último lirio del invierno» con Ediciones Freya. ¡En el mismo año! ¿Cómo te sientes?
Es difícil de describir. Además, no fue solo el mismo año: ¡las dos confirmaciones me llegaron a finales de marzo! En pocos días, dos síes, después de haber estado mandando relatos a convocatorias, después de no recibir más que silencio por parte de varias editoriales… Y de pronto no me abren una puerta, sino dos. Fue un subidón, para qué mentir. Además, ambos proyectos son muy especiales para mí, así que volver a publicar y encima con ellos… fue increíble.
· Sin duda alguna tienes muchísimo talento, solo hay que leerte para comprobarlo, y ahora aquí viene mi pregunta… ¿mapa o brújula?
Ay, nunca sé muy bien qué responder a eso, porque no me identifico con ninguna de las dos, al menos no al cien por cien. Siempre planifico algo, siempre. Aunque sea tener algo a rasgos generales e ir planificando a medida que avanza la historia. Pero también suelo improvisar bastante. No puedo planificar con detalle cada capítulo y cada escena, primero porque sé que tarde o temprano la historia acabará saliéndose del esquema y segundo porque tengo comprobado que así escribo con menos ilusión. Pero tampoco puedo ponerme a escribir sin tener ni idea de adónde voy a llegar. Así que diría que soy una mezcla de ambas. Aunque también hay que decir que, según la historia, tiendo más hacia un lado u otro.
· Hablemos un poquito de «El devorador de sueños», ¿cómo se te ocurrió esa idea? ¿Tuviste que documentarte para poder escribirlo?
Lo cierto es que cuando salió la convocatoria para la antología, enseguida pensé que me encantaría participar, la mitología es un tema que siempre me ha atraído. Conocía algo sobre la mitología japonesa, aunque nunca la había incluido en ninguna historia, así que decidí probar. Me puse a leer un poco y me llamó mucho la atención todo el tema de los yokai, en particular el baku. Así que pensé en escribir sobre alguien que sufriera pesadillas. Le di un par de vueltas, pensé en ambientar el relato en un escenario tradicional, en que tuviera un tono tierno, que estuviera protagonizado por un niño… y así surgió la historia de Shinji y Aya.
· ¿Has notado mucha diferencia entre participar en una antología y publicar una novela tú sola?
La verdad es que sí, pero al final supongo que es normal: una novela es algo más extenso y requiere más trabajo por parte del autor, en el sentido de que hay que realizar varias correcciones de todo el manuscrito y eso lleva su tiempo. Además, al ser la única autora, siempre es un proceso más personal. Con la antología me sentí acompañada por el resto de autores; con la novela, fue como más íntimo. Son experiencias diferentes.
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| «El último lirio del invierno», publicado por Ediciones Freya |
· Ahora le toca el turno a tu última novela, «El último lirio del invierno», ¿cómo nació esta idea?
«El último lirio del invierno» fue una de esas historias que no surgió de golpe, sino que fue creciendo muy poco a poco y, un día, descubrí que tenía material suficiente para una novela. Podría decirse que nació una tarde de viernes, en un viejo frontón donde jugaba al voleibol con mis amigos, pero eso fue solo el comienzo. Blake era un personaje que ya existía antes y que tenía pensado para otra historia. Me empecé a interesar por todo el tema de la derrota en el deporte, qué sucede después de perder, cómo se lidia con esa frustración… Al principio intenté meter todo eso en la historia de donde provenía Blake, pero enseguida vi que me estaba quedando corta. Blake pedía a gritos su propia historia. Así que decidí escribirla.
· Me parece excelente como tratas la derrota, la exigencia y la ansiedad en tu obra, ¿has tenido que documentarte para que todo quedará lo más fiel posible?
La verdad es que me daba bastante miedo si conseguiría que todo eso quedara bien reflejado y, sobre todo, que resultara siempre respetuoso y no hiriera a nadie. Es algo que tiene mucho peso en la novela porque, al final, es por lo que pasa a Blake, y yo sabía que tenía que conocerle y entenderle muy bien para escribir su historia. Así que antes de empezar a escribir lo que hice fue hablar con gente. Mucho. Un amigo que está bastante metido en todo este tema del deporte y las competiciones me ayudó a enfocar mejor el punto de vista de Gareth, qué podía hacer para ayudar a Blake. Y con otros estuve hablando sobre el resto: derrota, exigencia, fracaso, límites… Me di cuenta también de cómo cambian las cosas cuando las ves desde fuera y no estás metida de lleno en la situación. Es verdad que, al final, cada persona es un mundo y no todos reaccionamos de la misma manera. Desde el principio tuve muy clara la voz de Blake y casi todo fluyó bien, aunque claro, el resto dirá…
· El deporte es un pilar fundamental en la historia de Blake, ¿también lo es en tu vida personal? ¿Lo practicas con asiduidad?
Me gusta mucho escribir sobre deporte, pero no es algo que destaque particularmente en mi vida. Antes iba con mis amigos a jugar al voleibol, aunque no estábamos en un equipo ni nada por el estilo, solo lo hacíamos por diversión. También hacía natación cuando era pequeña y ahora de vez en cuando salgo a correr, pero poco más, la verdad.
· ¿Qué consejos puedes dar a los escritores que, como tú, están luchando por hacerse un hueco en el mundo editorial?
Creo que lo más importante es no perder de vista nuestro objetivo. No olvidar por qué escribimos. Y una vez que tenemos eso claro, no queda otra que insistir. Es normal que después de no recibir más que negativas nos desanimemos, pero es importante recordar que escribimos porque disfrutamos haciéndolo. Y que una negativa no significa que lo que hayamos escrito no valga.
· ¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
No me atrevo a decir mucho, pero ahora mismo estoy escribiendo una historia de fantasía, protagonizada por jóvenes que acaban en medio de algo muy grande. Y mientras tanto intentan lidiar con sus problemas. Más o menos.
· Muchísimas gracias Sara por pasar este ratito conmigo, ¡ha sido todo un placer! Te deseo toda la suerte del mundo y que muy pronto podamos leer otra nueva novela tuya o relato.
¡Muchas gracias a ti!
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