Entrevista a Celia Añó

 

¡Terminamos 2020 con una pedazo de invitada! Celia Añó es una habitual en el mundo escritoril gracias a sus relatos, novelettes y dibujos. Me encanta su estilo y me parece que tiene mucha personalidad, ¡por eso debe estar aquí! Quiero que conozcáis mucho mejor a esta autora que tiene mucho que decir y que tiene cuerda para rato, pero antes, ¡una pequeña biografía! (Texto sacado de la web de Insomnia Ediciones). 

Aunque le dijeron que fuera una persona sensata y por eso acabó estudiando Farmacia, por el momento ha terminado más novelas que medicamentos. Sus relatos forman parte de varias antologías entre las que destacan ‘Amor de espinas’ (Insólitas, LES editorial), ‘Catarsis’ (Una última luna, Hela Ediciones), ‘Dos son multitud’ (Bienvenidos al Hotel Caronte, Literup), ‘La melancolía de un hechicero de pelo azul’ (Vínculos oscuros, Literup) y ‘Títulos nobiliarios’ (Fandow of our own).

Con Aracnefobia (Literup), ganador del VI premio Baskerville a mejor novela corta, comenzó su andadura por el mundo editorial y le han seguido Mágica Pirimpella (Editorial Cerbero), Los muertos te están buscando (Insomnia Ediciones) y Corre, Renina, corre (Ediciones Dorna).

Su sueño es escribir y nunca piensa parar de imaginar historias.

Ahora sí, ¡estamos listo para comenzar!

· ¿Cómo empezó para ti esto de la escritura?

Aunque desde pequeña tenía clarísimo que quería ser escritora, todo comenzó de la manera más absurda e inesperada: escribiendo fanfics en un foro. Hasta entonces soñaba con escribir, pero fue ahí cuando descubrí la magia de inventarme personajes y plasmarlos en una hoja.

· Podemos leerte tanto en relato como en novelette, ¿en cuál de los dos te sientes más cómoda?

Lo cierto, es que en ninguno (risas). He descubierto que soy más de novelas largas. Me gusta mucho el formato corto para plasmar ideas muy concretas, pero lo que más disfruto son las novelas y recrearme en los personajes y sus tramas. ¡Ojalá pueda publicarlas pronto!

· Gracias a tus redes sociales sabemos que siempre te traes algo entre manos, por eso me interesa especialmente saber cómo das prioridad a tus proyectos.

Lo curioso de las redes sociales es que muchas veces damos una imagen que no tiene por qué ser la acertada. Sé que parezco muy ordenada, pero lo cierto es que soy un caos y me meto en tantos berenjenales que muchas veces acabo con el agua al cuello. Pero no me importa (no mucho). Son todas estas aventuras las que colorean mis días, ¡sarna con gusto no pica!

Lo que suelo hacer es crearme rutinas según el momento y el tiempo libre que disponga. Intento reservar siempre un poco para escribir y dibujar, aunque ahora estoy usando organizadores para apuntarme mis objetivos por prioridades. Así hago primero lo más urgente y dejo lo secundario para cuando tenga un rato libre.

· Tus consejos para escritores me parecen maravillosos, ¿cómo te animaste a comenzar esta sección?

No me acuerdo. Es de esas ideas que se me ocurren como un chispazo y que ha continuado. Me gusta dibujar y también aprender cosas relacionadas con la escritura, así que la combinación se ha convertido en estas tiras. (También ayuda mucho el feedback, ver que os gustan me animan a continuar con ellas todas las semanas)

· En tu caso, literatura e ilustración van de la mano, ¿cómo han influido tus historias a la hora de ponerte a dibujar?

Creo que me influye más lo que dibujo en lo que escribo que al revés. Cuando escribo, lo imagino todo como un cómic en mi cabeza. A veces es frustrante porque tengo imágenes muy concretas que no siempre sé plasmar con palabras o hay detalles que se pierden al escribir (como asociarle cierto simbolismo a un personaje). Eso sí, luego mis personajes no paran quietos en los diálogos porque los imagino todo el rato poniendo caras o moviéndose.

· Con Los muertos te están buscando tuvimos la oportunidad de verte como ilustradora de cubiertas, ¿cómo fue la experiencia? ¿Te planteas hacerlo más veces de forma profesional?

Me encantaría, aunque también aprendí que en ese momento tenía muchas limitaciones. Por eso sigo practicando todos los días, para ser una buena dibujante y poder ilustrar más libros en el futuro. Es uno de mis sueños y últimamente intento prestar mucha atención a las portadas que me gustan y hacer luego pequeñas prácticas de composición y letras.

· También eres una asidua de Lektu, compartiendo contenido y además también ilustrándolo, ¿cómo fue para empezar a publicar por tu cuenta?

Cuando yo empecé Lektu no era muy popular, pero me gustaba mucho el concepto de la página y lo usé como excusa para plantarme un propósito: aprender a maquetar un ebook, rescatar una historia a la que tenía mucho cariño (Donde sueñan las libélulas), hacer algunos dibujillos… En ese momento el resultado no fue espectacular, pero fue una experiencia muy bonita y así es como me enganché a la página.

· Tu blog, Bruja del Teatro, se ha convertido poco a poco en un referente para muchas personas, ¿cómo nació este proyecto? ¿Ha evolucionado mucho desde que concebiste la idea?

Nació para subir ahí las historias que escribía y cuando dejé de hacerlo… pues le tuve que buscar otro propósito.

· Pregunta obligada, ¿mapa o brújula?

¡Increíblemente brújula! Yo no sirvo ni para hacer resúmenes ni para seguirlos. Todas las veces que lo he intentado al final he fracasado en el intento.

· ¿En qué proyectos andas ahora mismo? Y lo más importante, ¿podremos leerte pronto?

Estoy aprovechando este diciembre y seguramente enero para corregir proyectos y buscarles un hogar. Y, bueno, dentro de poco publico con el sello juvenil de Selecta una novela (¡mi primera novela larga!) romántica sobre dos chicos atrapados en una paradoja temporal. Todavía no tiene fechas, pero puede caer cualquier mes menos septiembre, que publicaré otra novelette de fantasía y ciencia ficción sobre un personaje que tiene que evitar el fin del mundo o perderá su trabajo. ¡Tengo muchas ganas de presentaros a sus protagonistas!

· Quiero aprovechar no solo para recomendaros los libros de Celia, sino también para darle las gracias por haber estado este ratito con nosotros. ¡Gracias Celia!

¡A ti!