Tras una largísima ausencia de más de cuatro años, la banda inglesa por fín nos regaló el pasado año con la salida de su cuarto albúm: The Betrayed. Hay que decir que este disco es todo un logro, ya que no solo sufrieron la marcha del batería, con la consecuente búsqueda y pérdida de tiempo, sino que toda la música que realizaban no convencia a su discográfica, y tuvieron que rehacer el album en varias ocasiones, lo cual retraso mucho la salida del mismo, prevista para muchísimo antes.
Pero una vez superadas estas dificultades, por fin han conseguido volver al panorama musical, y he de decir que por la puerta grande. Lostprophets ha tenido un estilo diferente en cada uno de sus albumes, lo cual es muy positivo porque no se encasillan en un solo estilo (en próximas críticas os hablaré de este cambio) y con este no se quedan atrás. En líneas generales es mucho más rockero y "cañero" que el anterior, Liberation Transmission, aderezado con un par de instrumentales francamente impecables.
Lo cierto es, que quizás este cambio a un estilo más rock haya venido de la mano del nuevo batería, no se decirlo, pero es curioso que con su llegada el grupo haya optado por un lado más radical que en los anteriores trabajos. Su incorporación ha sido sin duda un gran fichaje. Es muy bueno; es rápido, lleva bien el ritmo de las canciones y les imprime un movimiento no visto antes en Lostprophets.
Esto hace que el disco sea un continuo compendio de temas llenos de fuerza, buen ritmo y que sin duda es muy agradable de escuchar ya que la armonía de sonidos esta muy bien equilibrada y hace que no te canses de un tema a otro y que no suenen todos iguales. Además de esto, el detalle de la incorporación de uno de los instrumentales en medio del disco hace que el ritmo se "rompa" y así puedas afrontar con nuevo espíritu la parte final del albúm.
El tema vocal y lírico esta totalmente a la altura de lo esperado por la banda inglesa. Ian Watkins nos vuelve a demostrar los diferentes colores que tiene su voz y como se ve que vale para imprimirle más caña a un tema, o también te puede cantar una balada rock sin problema alguno. Sin duda, Ian es un gran cantante (y no decepciona en directo, en Festimad lo puede apreciar). El tema lírico es sin duda alguna toda una sorpresa para mí, ya que las letras son realmente buenas y en muchas ocasiones te hace dejar lo que estas haciendo para decir: eh! que bueno!. La incursión de bastantes tacos en uno de los temas, hace que los mire con otros ojos, ya que antes de este disco solían tener fama de "flojos". Con esto no quiero decir que hagan falta tacos para expresar rabia u odio, pero ayuda, ¿no creeís?.
Antes de terminar con esta crítica, quiero comentar un detalle curioso; dos de los temas, Next stop antro city y Dstryr/Dstryr tiene una clarísima influencia de los Rage Against the Machine. Al principio pensé que me había vuelto loca, pero tras comentarlo con un experto en los Rage (mi hermano xD) hemos llegado a la misma conclusión: Lostprophets ha utilizado la misma técnica musical que los Rage, lo cual, desde mi punto de vista es genialoso ya que me encanta el grupo y por suerte han vuelto a unirse no hace mucho.
Llevo varios meses oyendo este disco, y me es muy difícil poder escoger solo un tema, ya que los Lostprophets han sido desde siempre uno de mis "protegidos" y me suelen gustar el 99% de los temas (ese 1% es del primer cd, no es el mejor de todos, no vamos a engañarnos), pero por fin me he decantado por uno.
- Tema del disco: The light that burns twice as bright
- Nota: 9,75